Arthur, declarado en rebeldía
Eran las siete de la tarde, cuando los empleados del club esperaban en el Prat el vuelo con enlace desde Madrid dirección Barcelona, cuando saltó la bomba, Arthur no aparecía por la terminal. El club barcelonista dirigido por el incapacitado presidente Josep María Bartomeu recibía una llamada donde el entorno de Arthur Melo les comunicaba que el exjugador del Gremio se quedaba en Brasil y que no volvería a la Ciudad Condal.
Sorpresa , o no tanto.
Arthur Melo se acababa de declarar en rebeldía, esponiendo claramente que no volvería a jugar con la elástica del fc Barcelona. Su entorno ya lo deslizó, dejando entrever un pacto con la Juventus, justo después de la firma del contrato del jugador brasileño a los medios italianos afines del club turinés, de que Arthur no quería volver a jugar en el Barcelona. Sin ninguna duda fue una declaración de intenciones, que se iría confirmando con el paso del tiempo. Arthur Melo ya se había borrado de varias convocatorias cumpliendo la amenaza, aludiendo molestias en el tobillo, que sí amígdalas o que sí unas migrañas. El plan Arthur estaba boca arriba y al descubierto, era la fría venganza del futbolista brasileño que se sintió desamparado y maltratado por su entrenador Quique Setién, del que no quiere volver a saber ni la hora.
Ruptura vestuario – entrenador.
El caso Arthur, aunque muchos lo nieguen fue el detonante de la ruptura final del vestuario del Barça para con su entrenador, fue la espoleta que dinamitó la convivencia de un vestuario con Quique Setién, al que los jugadores consideran un entrenador de paja, sometido a los vaivenes y los bandazos de Josep María Bartomeu.
A partir de ahí, es entendible el enfado de Arthur, tanto con el club que le arrastró a la Juventus para salvar el presupuesto por ingresos en fichajes y no tener que avalar, como su decepción con el entrenador que se vendió a las pautas y caprichos del club. Pero de eso la afición del Barça no tiene ninguna culpa, Arthur Melo se equivoca, primero por la afición, a la que le debe un respeto y segundo porque el club le sigue pagando su nómina hasta el último céntimo. Un jugador del fc Barcelona tiene que ser profesional hasta el último día.
Una nueva salida por la puerta de atrás
Es una pena que Arthur se vaya por la puerta de atrás, de esta manera tan kafkiana, con el desplante a la afición que le perdonó sus idas y venidas por las noches de Barcelona y sus escapadas en Andorra para practicar snowboard estando lesionado. La afición del Barça se merecía un par de partidos de despedida de Arthur y éste con su actitud infantil, se los ha negado.
PD: Dice el refranero, quién siembra vientos, recoge tempestades, o que de estos barros, vienen estos lodos. Pero la afición que le defendió hasta el último día, no se lo merecía…
Ricky Sanmartín