Sorteos y centrales.
Tras lo vivido anoche en el Camp Nou con un Barça pidiendo la hora contra un candidato al descenso como el Levante habían las ganas justas para ver el sorteo de Champions. Como ya dije en un artículo anterior se trataba de buscar el rival más débil y en este caso no se si había alguno.
Acabar con 3 centrales y el PSG.
Ayer Ronald Koeman salió al paso en rueda de prensa a terminar el partido poniendo a Umtiti diciendo que hay que entender la fase del partido te encuentras “si no entiendes esto es mejor dejarlo”. Y con eso se despacho la pregunta de un periodista que cuestionaba la manera de defender el resultado que difiere de la tradicional del Barça con la posesión del balón.
No se si es cosa mía pero empiezo a percibir mucha tensión en el técnico ante las preguntas de la prensa. Nada que ver con el Koeman de los primeros partidos. Un entrenador afable y hasta simpático con los medios. Se entiende que estar continuamente en la picota debe molestar, nadie lo duda, pero un entrenador del Barça sabe a lo que se expone.
El hecho de acabar ayer el partido con 3 centrales no sería descabellado si estuvieras jugando una eliminatoria y tuvieses que guardar el resultado o si te enfrentarás a un equipo poderoso como tu que no para de asediarte. Acabar con tres centrales ante el antepenúltimo de la Liga es un síntoma. Algo no funciona.
Que declare el entrenador del Barça tras el sorteo de Champions de hoy que ve un partido muy igualado es por lo menos sorprendente. No por la categoría del rival y si por la dinámica en la que se ha instalado el club barcelonista.
Confiar en cambiar dinámicas.
Vienen esta semana dos rivales muy exigentes que servirán para calibrar el estado actual de las cosas. En otros momentos conseguir 6 puntos de 6 no sería descabellado . En la actualidad conseguir 4 de 6 , aunque no suene muy bien, podría ser bien valorado. Real Sociedad primero y Valencia después someterán al Barça y a Koeman a una tensión que a estas alturas de temporada no debería ser tal de haber comenzado de otra manera. En la actualidad mucho socio y aficionado barcelonista ha perdido la fe en el equipo y espera, como agua de mayo, la llegada de un nuevo presidente como si con ello acabasen los males de un Barça desgobernado los últimos 2-3 años.
Solo queda confiar en los jugadores y en su entente con un Koeman cada día más cuestionado.
J.Monclús.