La decisión de Piqué
La cabeza le pide seguir, pero él sabe mejor que nadie que el futuro del Barça no es el suyo. El club tiene que apostar por los jóvenes y él está convencido de que los éxitos llegarán en un par de años. Y él ya no estará allí. Ni quiere arrastrarse por los terrenos de juego ni quiere arañar unos euros más jugando en otro equipo.
Cuando no pueda ser titular, se retirará. Y será en el Barça. Y eso, ya lo sabe Piqué, será a final de la presente temporada. Su marcha también significará un alivio económico para el club porque contribuirá a aligerar la masa salarial de la plantilla.
Piqué ha admitido en una entrevista concedida a El País que “claro que tengo una edad y cuando vea que no soy tan importante como siempre lo he sido me voy a ir. No sé, sigo teniendo el Gerard rebelde y niño que hace las mismas bromas. Y cuando estoy bien físicamente, lo noto. No seré el más rápido, pero puedo competir contra los mejores y no sentirme inferior. Mientras sea así, jugaré”.
Y cuando no sea así, el banquillo, que ya le enseñó Koeman en Lisboa, será su morada en los partidos del Barça. Y eso no lo soportaría. Él no ha nacido para ser inquilino del banquillo. O es protagonista sobre el césped o nada.
Piqué lo asume con naturalidad. Los jóvenes aprietan, vienen pegando fuerte: “Son buenísimos y muy, muy jóvenes. Gavi, Nico, Pedri, Balde, Ansu… Es una generación en la que si se hace bien, se consolida y consigue resultados, dentro de un par de años podemos volver a competir durante mucho tiempo y ser favoritos para ganar todo. Todavía no lo somos, al menos en la Champions, pero paciencia. Pienso que esta generación se parece mucho a la mía. Y no es por comparar porque eso es ponerles una presión y una responsabilidad que no les toca. Pero Pedri y Gavi tranquilamente pueden ser Iniesta y Xavi. Ellos que ganen lo que puedan y, sobre todo, que lo disfruten. Es que también están Dest, Araujo, Eric… ¡Una pasada!”
Piqué admite que los éxitos llegarán en un par de años de la mano de las promesas de ahora. Y él no estará ya allí. Para entonces estará dedicado a sus múltiples negocios, a progresar con su club, el Andorra, haciendo méritos para ser un digno presidente del Barça, ese sueño que no niega y que tiene entre ceja y ceja.
Daniel Piqueras